10/11/2008

¿A dónde lo llevo, Monito?

foto: Laburo y haciendo fuerza!!! de Oscar3000

Otra vez, heme aquí acordandome de mis amigos taxistas. Es que en la entrada pasada hablé de uno que botaba la basura a la calle e inmediatamente llegaron a mí otras dos anécdotas con estos muy respetables personajes.

1.
Como raro se me hizo tarde quién sabe haciendo qué. Salí tarde a una reunión que tenía. Solución: coger taxi. Estiro la mano y el primero de los monos que para a una distancia menor de una cuadra es aquel que se va a ser poseedor de mi preciado y excaso dinero. Le pido que me lleve a un lugar "X" y el responde que con mucho gusto. No quiero decirle que tengo afán porque eso es como darles licencia para matar, ya sea a los otros conductores o a uno de pasajero con la frase "No señor, esto no es un carro de Fórmula uno" (!). Tampoco me ofrece emisora, bajarle al radioteléfono pero lo más importante tampoco me ofrece conversación que se inicia con una pregunta aleatoria y sigue con una levantada de cejas y mirada por el retrovisor. Gracias a Dios, simplemente me lleva a donde quiero ir con tanta prisa.

Al llegar vi el taxímetro y marcaban $9300 pesares. Entonces saque el billete de $10.000 que guardaba para la situación y se lo entrego al señor taxista. El me mira y me dice lo que ningún taxista de Bogotá se ha atrevido a musitar nunca jamás en la historia:

- ¡Uy, mono! No tiene más sencillo.

Yo le abro los ojos como diciendo "¿Me está hablando en serio?" y el asiente diciendo:

- Es que acabé de recibir el turno y no tengo nada ¿Dejamos así?


2.
Tenía clase de 8:40, no tenía que madrugar y no había tanto trancón, además era quincena y había plata. Cojí taxi. Le dije -Señor me lleva a la 53 con 7ma-, había tiempo para coger el bus que lo sube a uno a la Universidad. El taxista escuchaba a Julito. Todo iba bien. De repente apareció uno de los principales problemas de nuestra movilidad como capitalinos ¡Estrellada en una vía principal que solo tiene dos carriles entre cualquier cosa y un bus repleto de gente! No me preocupé, tenía tiempo de sobra, así que le desviamos por la 52 a salir por la 16 y subir por la 53 nuevamente. Un pequeño trancón pre y post Caracas, luego otro pre y post Cra. 13 y veo el reloj y ya no tengo tanto tiempo como creía. Así que de la manera más cordial le digo:

- Señor, que pena con usted, ya no me deja aquí en la séptima, ahora vamos hasta arriba al Politécnico.

El mirando y llenándose como algo parecido a la rabia me dice:

- Eso le cuesta dos mil pesos más de lo que marque la carrera.

- ¿Por qué?

- Porque se me da la gana.

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¿Pueden creer este abuso contra nosotros los usuarios? Y dígame ¿Con quién me quejo? ¿A quién le lloro? ¿Quién hace respetar mis derechos? Hasta donde yo sé, nadie.
Porque los taxistas como muchos otros gremios en Colombia son pequeñas mafias. Porque lo malo de la rosca es no estar en ella y entre bomberos no se pisan las mangueras. Nuestra filosofía de país gira en torno a la mafia.

Sé que no todos los taxistas son unos mafiosos gavilleros, que si llaman por radioteléfono te jodiste. Sé que hay gente trabajadora en este gremio, pero como todo, por unos pagan todos y para mí todos los taxistas son unos ventajosos, tramposos y demás. Miren no más lo de los cupos, por cada cupo hay tres taxis y si se ponen a mirar los costos de ese sobrecargo de 100 o 200 pesos más es una millonada, haciendo cuentas alegres se van a dar cuenta:

- Hay 80.000 cupos de taxis, legales.
- Una carrera promedio dura 20 mins. En un turno de 10 horas se pueden hacer 30 carreras.
- Por lógica, diariamente, 16000 taxis tendrían pico y placa.
- $200 pesos demás que cobran por carrera

Entonces

Lo que pagamos de exceso lo bogotanos es = (80.000 - 16.000) * 30 * $200 = $384'000.000 milloncitos lo que un mes representaría $11.500'000.000 milloncitos de nuestro bolsillo.

No es mala idea comprar un taxi.



¿Cómo terminaron las historias?

1.
- Es que acabé de recibir el turno y no tengo nada ¿Dejamos así?
Mirándolo emputado le dije:
- Que pena señor pero el billete de $9.300 se me quedó en la casa, le va tocar cambiar el billete y darme mis $700.-

2.

- Porque se me da la gana.

Miré el taxímetro e iban como $5.500. Le dije al taxista -Me bajo aquí- abrí la puerta, me bajé y le di un billete de $5.000. El miró el taxímetro y me dijo son $5.500 y yo por el carril en contravía le grite -Se me da la gana pagarle eso-

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Ya no aguanto más, te tengo que ver o moriré de inanición amorosa. Me faltas tú.

12 comentarios:

Vanessa C. dijo...

Los taxistas no varían mucho en su especie, la mayoría son unos perros, que te ven cara de millonario!!
no conosco ni uno que se salve de mi concepto. Y espero que puedas ver a esa persona!
Gracias por visitar mi tugurio (blog).
Saludos venezolanos, me pasaré mas seguido por aqui!

Vanessa C. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fa dijo...

Mini introducción.
Éste blog nació gracias a la gestión (mierda, tengo que dejar de hablar así, pero no encuentro otras palabras) de una buena amiga, que al leer lo que yo hacía me invitó a pasarme por acá. Hay de todo un poco, relatos, conversaciones reales y ficticias que surgen de los ratos de ocio, frases propias y algunas críticas (pocas). El espacio está para celebrar lo que hay, pero como todos tenemos baches, de repente se torna melancólico, aunque trataré de que no suceda más.

Bienvenido a la fiesta y Feliz no cumpleaños Sebastián.

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Me pude morir de la risa con lo que te pasó, pero bueno, cierto es que es un deleite mofarse de lo que le pasa a otros, pero cuando nos toca, qué rabia. Me gustan las historias de taxistas y no precisamente como las de Arjona, es interesante todo lo que puedes conversar con ellos y las anécdotas que te dejan, aunque cuando te topas con tipos como los que mencionas, no podemos más que agachar la cabeza y lamentar el servicio recibido.

Mucho gusto.

Anónimo dijo...

Alguna vez ha cogido taxi en Barranquilla?

Aqui no hay taximetro... y la carrera vale "lo que le de la gana" al taxista.

Sebastián Dávila dijo...

Bienvenida las veces que querás, esta rosada.

[Fa] a veces uno se topa con buenas personas y excelentes conversadores, pero es muy de vez en cuando. Bem-vinda!!

Jajaja, Barranquilla es una ciudad que sorprende por cada detalle Mr. Lucas

Fa dijo...

Soy de Tabasco, México mas estoy viviendo en Baranquilla desde Julio hasta fines de diciembre.

Gracias por la bienvenida.

dmentlok* dijo...

La verdad es que los taxistas son la cagada, pero no comparto su opinion de darles licencia para creerse carro de F1, solo es que yo le diga a un taxista que voy de afan y mas se demora, coge las calles mas transitadas y tras del hecho para en cuanto semaforo puede.
Buen Blog!

María Paola dijo...

Espectacular!

María Paola dijo...

Me alegro que hayas llegado bien, pero imagino que te hubiera gustado quedarte un poco más.....Pero bueno, volviste a la tierrita, y aquí: Se te quiere!

Ivan Andrade dijo...

Creo que todos tenemos problemas con el gremio de los taxistas, por aprovechados y atravesados.

Suerte.

Camilo Dávila dijo...

jajaja me acuerdo mucho de eso. Desde la ciudad del volante -Porque dan muchos en la calle pero nadie sabe manejar- le cuento que taxista es taxista en cualquier parte del mundo, son unas bestias para manejar. La diferencia es que acá la cosa si es mucho más organizada, dan hasta recibo, si se pide... el problema surge cuando no hay monedas, el problema en cualquier lugar de este país es por unas pinches monedas.

Un abrazo grande

Anónimo dijo...

Yo tiendo a confiar en el conducto regular. En lugar de rebajarme al nivel del taxista y portarme como él, hubiera tomado los datos del taxi y le hubiera contado el caso a la empresa del hombre.

Creáme, eso hubiera servido más. Estoy seguro que la próxima víctima de ese taxista pagó las consecuencias.